Podrá pasar el tiempo, pero ninguna película podrá superar jamás a El exorcista. El terrorífico relato dirigido por William Friedkin de una niña poseída por un demonio, causó conmoción en todo el mundo. En algunas salas de cine, decenas de personas tuvieron que salir antes de que terminara la cinta debido a las impactantes imágenes, aunque también se reportaron casos en los que ambulancias llegaron para atender ataques de pánicos y desmayos.
Aunque han pasado 50 años, lo cierto es que El exorcista no ha podido ser superada por ninguna otra película del género. Lo más interesante de la cinta de Friedkin es que, si bien es escalofriante en todos los sentidos y es capaz de causar pesadillas en los valientes que se atreven a verla, es una de las obras maestras indiscutibles de la historia del cine. Estas son ocho razones por las que El exorcista sigue (y seguirá) siendo llamada la película más aterradora de todos los tiempos.
Basada en una historia real
A pocos les gustaría saber que El exorcista está inspirada en una historia real. El hecho de que una historia tan escalofriante tuviera lugar en una de las ciudades más importantes de Estados Unidos, y no en un sitio lejano, hizo que los espectadores se dieran cuenta de que el mal se encuentra presente en todos lados.
Una premisa sencilla que cambió el género
El exorcista es más que una película de terror, es un cuento moral. Presentada como la batalla definitiva entre el bien y el mal, mostrando a la audiencia que nadie está a salvo de las fuerzas demoníacas, ni siquiera una pequeña niña. Bajo esta premisa, El exorcista tuvo grandes resultados al ser una película fresca y nueva que no dependía de lo predecible del cine de terror.
Un tono inquietante de principio a fin
El exorcista no ofrece ningún respiro al espectador aterrorizado. En cambio, Friedkin evitó deliberadamente el uso del humor que podría haber dado a los espectadores tiempo para tomar un descanso del impacto de la cinta. Como resultado, El exorcista es una aventura de terror sobrenatural que mantiene su atmósfera siniestra de principio a fin.
La actuación de Linda Blair
El exorcista no podría haber sido igual sin la presencia de Linda Blair. Con tan solo 14 años, la actriz estadounidense demostró todo su talento en la gran pantalla al interpretar con gran destreza a la chica poseída de la cinta. El públio y la crítica quedaron impresionados con su desempeño, a tal nivel, que el personaje le valió un Globo de Oro y una nominación al Oscar.
El reparto
Además de Linda Blair, Ellen Burstyn, Jason Miller y Max von Sydow, hicieron de la cinta una experiencia impresionante e inolvidable. Cada uno de los actores logró darle al clavo a su respectivo personaje: la madre preocupada por su hija, el religioso con dilemas morales y un pasado perturbador, y un exorcista que se enfrenta nuevamente a las fuerzas del mal.
Efectos especiales
A inicios de los setenta, se carecían de pantallas verdes y efectos digitales, por lo que cada escena de El exorcista se planeó de forma detallada. Cada una de las secuencias repletas de terror, desde Reagan bajando las escaleras como araña hasta la cabeza de la chica dando vueltas, se hicieron sin ningún tipo de intervención digital.
El rostro de Reagan
Conforme avanza la película, a los espectadores se les va helando la sangre al ser testigos de la transformación de Linda Blair. Al inicio, Reagan es solo una tierna e inocente joven, y poco a poco, el demonio va tomando más poder de su cuerpo, algo que queda reflejado en las cicatrices y los ojos amarillentos del personaje.
Las maldiciones de la cinta
Como buena película de terror, El exorcista no estuvo exento de situaciones inexplicables. Desde incendios que ocurrieron de la nada, hasta la muerte de uno de los actores después del estreno, que curiosamente también fallecía en la película, El exorcista pasó a la historia por los sucesos extraños que invadieron a sus protagonistas y equipo de producción.