Dragon Ball ha sido considerada por muchos como el anime más icónico de todos. La creación de Akira Toriyama se ha mantenido durante décadas en las preferencias del público, y gracias a la fidelidad de los fanáticos es que nuevas aventuras han llegado a la pantalla chica como Dragon Ball DAIMA, que ya está disponible en Crunchyroll. Podrán pasar los años, sin embargo, algo es seguro: el amor por Dragon Ball se hará cada vez más grande y grande.
Por supuesto, tanto cariño se ha transformado en diferentes muestras artísticas. Desde ilustraciones hechas con inteligencia artificial hasta memorias del gran Akira Toriyama, hay cientos de formas en las que los admiradores han expuesto su amor. Sin embargo, no todo tiene el mejor resultado, como estas figuras de Dragon Ball que seguramente nadie compraría.
Dos interpretaciones de Goku
No hay forma en que alguien haya ignorado lo que le pasó a estas figuras de Goku, que seguramente no estaría en alguna vitrina. El primer Goku parece estar inspirado en la versión pequeña de Dragon Ball, con una mueca que indica que está muy enojado, tal vez por la apariencia que tiene. En el caso de la segunda imagen, es probable que esta sea una fase no conocida de Super Saiyajin donde Goku tiene una forma distinta.
Más Saiyajins
Bididi es la villana que controla a Majin Buu, y por su culpa, es que el mundo se enfrentó a una amenaza sin igual. Si no fuera por el atuendo, cualquiera podría pensar de que se trata de E.T., el extraterrestre. En el caso de Radditz, tal vez sea la figura más normal de toda esta lista. Sin embargo, nadie es tan épico como este muñeco de peluche de Goku, que por alguna razón tiene tatuajes en sus brazos musculosos.
¿Goku, eres tú?
Si bien no es idéntico al Kakarotto que todos conocen, el uniforme y los cabellos en forma de pico darían a cualquiera la pista para descubrir que se trata del mismísimo Goku, con un rostro que pareciera ser el de Sylvester Stallone. El segundo Saiyajin parece que no calculó bien el nivel de poder y su cabello se tornó completamente dorado, en lugar del tono amarillo que siempre tiene.