Seas o no seas fan de Star Wars, es imposible negar el impacto que la obra de George Lucas ha tenido, no solo en la industria del cine, sino en la cultura pop global. Habiendo sido concebida como una historia de aventuras espaciales, en la cual nadie creía, Lucas siempre se mantuvo fiel a su visión y a su idea original, viéndole un enorme futuro a un proyecto que todos tomaban como un chiste (incluyendo los propios actores).
Tras el estreno de Una nueva esperanza, en 1977, Star Wars cambió para siempre la forma en la que se hacía cine de ciencia ficción, presentando efectos revolucionarios para su época y entregándonos una amplia gama de personajes que rápidamente lograron conectar con la audiencia. Así, una de las saga más exitosas de todos los tiempos había nacido.
Para la década de los 80s, las películas de Star Wars ya eran conocidas en todo el mundo, mientras que, de manera simultánea, también se estaba gestando la aparición de uno de los cineastas más admirados y respetados de nuestra generación. Un año después de que El retorno del Jedi llegó a cines, un entonces desconocido Tim Burton presentaba un cortometraje titulado Frankenweenie, dándonos una pequeña muestra del enorme talento que había en él y siendo una antesala de lo que estaba por venir.
Hoy en día, hablar de Tim Burton es hablar de un genio absoluto del cine de animación stop-motion, además de ser sinónimo de entrañables historias góticas. Las décadas de los 80s y 90s fueron la época de oro para Burton, pues fue cuando dio a conocer su nombre al filmar películas como Batman, El joven manos de tijera, El jinete sin cabeza y, por supuesto, Beetlejuice.
Debido al reciente estreno de Beetlejuice Beetlejuice, 36 años después del lanzamiento de la cinta original, y gracias a que Star Wars es un tema que nunca pasa (ni pasará) de moda, fue que nos empezamos a cuestionar: ¿Cómo lucirían Darth Vader, Luke Skywalker, Yoda y compañía si hubieran sido creados por Tim Burton y no por George Lucas? Para nuestra fortuna, no es necesario seguirlo imaginando, pues el ilustrador digital, Andrew Tarusov, trae para nosotros las siguientes piezas de arte. ¿Cuál es tu favorita?