Desde los primeros días del terror, los personajes femeninos a menudo eran designados como damiselas en apuros, desmayándose al ver un monstruo horrible. A medida que las películas de terror se hicieron populares a partir de la década de 1970, los personajes femeninos se convirtieron en un irresistible objeto de deseo para el asesino enmascarado (como ocurre en La masacre de Texas, Halloween o Pesadilla en la calle del infierno), y el tormento de los personajes femeninos se prolongaba durante el doble que el de sus homólogos masculinos en la pantalla.
Sin embargo, cuando las mujeres se colocan detrás de la cámara, el foco del horror cambia profundamente. Los personajes femeninos ya no están sujetos al papel de víctimas impotentes desde la mirada masculina, sino que este cine de terror dirigido por mujeres desafía activamente las convenciones del género para crear narrativas equilibradas, subversivas y liberadoras.
Maya Deren
Maya Deren es una de las directoras más influyentes en la historia del cine experimental. El trabajo de la cineasta de vanguardia ha inspirado a algunos de los nombres más importantes del cine, en particular David Lynch y Alfred Hitchcock. Su película más conocida es Meshes of Afternoon, un magnífico cortometraje en blanco y negro que experimenta con imágenes oscuras de llaves, cuchillos, flores, espejos y escaleras, evocando no sólo atmósferas surrealistas, sino auténticas pesadillas.
Si bien Maya Deren no se limitaba al género del terror en su obra, su enfoque innovador y sus técnicas experimentales han ejercido una profunda influencia en muchos cineastas que exploran este territorio. Sus métodos pioneros, que incluyen la doble exposición, la cámara lenta y la superposición, junto con un uso magistral de motivos e imágenes simbólicas, han servido como fuente de inspiración para aquellos que buscan desafiar las convenciones narrativas y visuales del cine de terror.
Ida Lupino
Actriz y directora, Ida Lupino se convirtió en una de las figuras femeninas más destacadas de Hollywood durante la década de 1950. Hizo su debut en el terror con Outrage en 1950, que fue muy controvertida debido a su exploración de la violación. Continuó trabajando durante la década de 1970, dirigiendo episodios de las series La dimensión desconocida (la única mujer en hacerlo), Alfred Hitchcock Presents y Thriller.
Lupino fue intransigente en su visión de hacer películas de naturaleza sociológica para abordar temas serios y dramas problemáticos, muchos de los cuales giraban hacia el territorio del terror. Fue mentora de Sam Peckinpah y también inspiró enormemente a Martin Scorsese, quien describió Outrage como “un estudio conductual moderado que captura la banalidad del mal”.
Jennifer Kent
La actriz australiana Jennifer Kent decidió convertirse en directora y completó su primer largometraje en 2014 con The Babadook. La película fue elogiada por la crítica por su retrato de la maternidad en un marco de terror. Explicó que “siempre estuve bastante fascinada por las personas que podían suprimir experiencias realmente oscuras, profundas y dolorosas y quería explorar la idea de que tal vez reprimir esas terribles experiencias sea más difícil que enfrentarlas”.
Kent ha sido una voz activa al denunciar con horror la falta de directoras, diciendo: “Esto cambiará a medida que el mundo cambie. A las mujeres les encanta ver películas de terror. Está demostrado y han hecho todas las pruebas. La demografía es mitad hombres, mitad mujeres. Y conocemos el miedo. No es que no podamos explorar el tema”, señaló la también directora de The Nightingale, película que, a pesar de ser un drama de suspenso, es mucho más aterradora que su ópera prima.
Ana Lily Amirpour
En su película de debut, Una chica regresa sola a casa de noche, Ana Lily Amirpour introduce a una vigilante adolescente vampírica que vaga por las calles de Bad City. Sheila Vand interpreta a este personaje sin nombre, que se convierte en una representación poderosa y contemporánea para las mujeres jóvenes que buscan la justicia en un mundo oscuro y opresivo.
A través de su personaje, Amirpour otorga una agencia única y poderosa a una adolescente capaz de navegar por el mundo sin temor. Mientras que los vampiros suelen ser retratados como seductores y sensuales, la cineasta estadounidense de origen iraní subvierte este tropo al utilizar el encanto de la protagonista no para obtener placer, sino como un medio para ejercer poder y justicia.
Julia Ducournau
Con dos impactantes largometrajes en su haber, Voraz y Titane, Julia Ducournau emerge rápidamente como una de las voces más prominentes en el género del terror. La directora francesa no teme explorar el horror corporal de manera franca y visceral, ya sea al adentrarse en las complejas realidades del despertar sexual de una adolescente o al narrar la inusual y casi mítica relación entre una mujer y un automóvil.
Su valiente enfoque y su actitud inquebrantable para representar lo grotesco han contribuido a dar forma a una nueva ola de películas que combinan exploraciones de género con horror corporal y elementos de ciencia ficción. A través de su trabajo, Ducournau desafía los límites del cine contemporáneo al ofrecer una mirada audaz y provocativa sobre temas relacionados con la identidad, el deseo y la aceptación.