No todo es Mickey Mouse o el Pato Donald de Disney, ni Scooby Doo de Hanna-Barbera; algunos de los personajes animados más famosos forman parte de los Looney Tunes. Hoy, Bugs Bunny, el Pato Lucas, Porky y más figuras de la franquicia son tan populares como longevos. La primera aparición de los dibujos animados de Warner Bros. ocurrió a mediados de la década de los treintas, y hasta la fecha, continúan teniendo éxito con cintas como Space Jam: Una nueva era, que puso nuevamente a los personajes a jugar baloncesto con LeBron James.
Piolín, el gato Silvestre, y por supuesto, el Coyote y el Correcaminos, son personajes que han sido parte de los programas que niños de varias generaciones han visto en la televisión. Aunque los shows animados de hoy son muy buenos, existen muchas razones por las que los Looney Tunes siempre serán amados por los espectadores, en especial, por quienes crecieron viéndolas las mañanas de los fines de semana.
Aventuras espaciales
A pesar de que debutó en los 30's, los Looney Tunes no se limitaron a tener aventuras en lugares comunes. En muchas ocasiones, sus personajes viajaron a otros mundos, incluidos el espacio exterior. Así fue como Lucas se encontró con Marvin el Marciano, quien quería destruir planetas.
Siempre debes intentarlo
Si algo era muy obvio es que el Coyote tenía las de perder, sin embargo, eso no lo hacía dejar de perseguir sus sueños. Tal vez, sólo tenía que cambiar de marca, y no volver a comprar nada que fuera propiedad de ACME. Él siempre hacia su esfuerzo para intentar capturar al Correcaminos.
Dosis de drama
Como buen programa animado, los Looney Tunes tenía su dosis adecuada de drama, que añadía un gran toque a las escenas. En uno de los episodios, Bugs Bunny y Elmer Gruñón protagonizan una obra de teatro llena de tragedia y muchas lágrimas.
Imponiendo tendencias
Si algo sabían hace los Looney Tunes, era imponer tendencias. En diversos episodios, los personajes mostraron su capacidad para crear atuendos y estilos fuera de lo común, como cuando Elmer por fin obtuvo cabello, aunque éste estuviera hecho de flores.
Aprender de nuestros errores
Aprender de lo malo, también es parte de la filosofía de los Looney Tunes. En un episodio, cuando a Silvestre le queda una sola vida, él tiene la oportunidad de evitar ser castigado por siempre perseguir al pequeño Piolín. De alguna manera, el gato aprendió la lección de que siempre hay consecuencias.
Rompiendo la cuarta pared
Mucho antes de que películas como Barbie rompieran la cuarta dimensión, los Looney Tunes hicieron lo suyo. En un episodio, el pato Lucas se enfrenta al dibujante quien hace de las suyas, cambiando su apariencia y jugando con su destino.
Una nueva puerta a la animación
Los Looney Tunes se destacaron por tener historias y un estilo de animación distinto al de otras compañías como Disney. Además, sus personajes eran un poco más libres y en ocasiones, tomaban el papel de villanos, y no únicamente de héroes.
Diversidad de personajes
Los Looney Tunes tenían una variedad increíble de personajes, de todos colores y orígenes, que intentaban representar la época en la que fueron creados. Como existían muchas comunidades rurales, el Gallo Claudio protagonizó diversos capítulos en el campo.
Siempre a la vanguardia
Para mantenerse actualizados, los Looney Tunes incluyeron momentos de la vida real en sus capítulos. En una ocasión, se mostró una especie de premiación similar a los Oscar en donde los personajes asistían a una ceremonia que celebraba sus aventuras.
Muchas horas de diversión
Los Looney Tunes eran repetitivos: el Coyote atrapando al Correcaminos, Elmer intentando cazar a Bugs o Lucas, y Silvestre buscando comer a Piolín. Sin embargo, los capítulos no eran aburridos ya que mostraban detalles nuevos que los hacían únicos y divertidos.