Usualmente, Halloween ha sido destinado a películas de terror con alguna especie de monstruo o ser sobrenatural, capaz de asustar hasta al ser más valiente. Desde el demonio atormentando a Linda Blair en El exorcista, la niña fantasma que vive en un pozo de agua en El aro, o un muñeco que almacena el alma de un asesino en serie en Chucky: El muñeco diabólico, Hollywood ama sacar un susto a los espectadores con criaturas que les causarán cientos de pesadillas.
Sin embargo, también existe otra clase de terror que no involucra imágenes explícitas de demonios, monstruos o seres del más allá, sino que siembra el miedo en el espectador de otras maneras. Un ejemplo es Midsommar: el terror no espera la noche, que con un par de escenas te hace preguntarte si lo que estás viendo es real o no. Desde su estreno en 2019, Midsommar ha sido catalogada como una de las mejores películas de terror psicológico. De una manera extraña, la cinta protagonizada por Florence Pugh inspiró a un usuario a mezclar esta obra de miedo con el pincel del Studio Ghibli y estos son los resultados.
Una celebración de verano
Midsommar está ambientada a plena luz del día, durante la época del sol de medianoche del norte de Europa. Esta película de terror no se trata tanto de poner los pelos de punta sino que muestra los horrores más humanos. Eso sí, los paisajes de Midsommar son increíbles.
La secta
Con Midsommar, el escritor y director Ari Aster demostró ser un cineasta de alto nivel dentro del género del terror, al igual que Jordan Peele y Robert Eggers. Aster también estuvo detrás de otro gran proyecto de terror: El legado del diablo. La cinta protagonizada por Toni Collette es considerada una obra maestra moderna.
Una linda cena
Midsommar va más allá de los sobresaltos y las apariciones. La película es lo suficientemente compleja como para que el espectador considere que los antiguos rituales suecos pueden en realidad tener su propio tipo de lógica, que podrían ser superiores a las formas de vida de las personas en otras partes del mundo.
El símbolo
Aster es lo suficientemente inteligente y astuto como para atraer a los espectadores a través de los 140 minutos de Midsommar con gracia y sin esfuerzo. Debido a que sus personajes tienen defectos y son humanos, la audiencia se identifica con ellos ya que tienen rasgos que los hacen entrañables.
La unión del terror
El festival de Midsommar parece encantador... hasta que un extraño ritual sorprende a los estadounidenses. Entonces la gente empieza a desaparecer y se sirven pociones extrañas. A medida que el festival se acerca a su último día, la protagonista descubre que su destino está entrelazado con las inquietantes festividades.
El gran final
En Midsommar no hay lugar para esconderse, ni lugar para estar solo. Al final, como las mejores películas de monstruos, Midsommar muestra que las criaturas acechan dentro de todos nosotros.