Después de Pesadilla en la calle del infierno, el director Wes Craven confeccionó otra icónica e influyente franquicia de terror slasher, Scream. La famosa máscara de Ghostface encarna la energía caótica y aterradora de su fuente de inspiración: El grito. En su cuadro, el pintor Edvard Munch representa un rostro que irradia caos, angustia y miedo.
Pero este no es el único caso en el que la pintura y el cine de terror están íntimamente relacionados. En El laberinto del fauno, Guillermo del Toro recupera la visceralidad de Saturno devorando a sus hijos de Francisco de Goya. Ambos emplean técnicas magistrales para crear una estética increíble, contar historias fascinantes y evocar emociones poderosas.
Por lo tanto, no sorprende que los directores del género elijan rendir homenaje a las obras pictóricas y aquí recuperamos algunos ejemplos.
'La pesadilla' en 'Frankenstein'
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Mary Shelly estaba familiarizada con la obra del pintor Henry Fuseli, y casi con certeza fue influenciada por La pesadilla al escribir una escena fundamental de la novela que James Whale reconstruye en su obra fílmica de 1931, Frankenstein. En una de las pocas escenas de la película sacadas directamente de la novela original, vemos a la novia del Dr. Frankenstein, Elizabeth, tendida en la cama con el cabello en cascada.
'El imperio de la luz' en 'El exorcista'
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El imperio de la luz es una serie de óleos del pintor surrealista René Magritte. Representa la imagen paradójica de una calle nocturna, iluminada por una sola farola, bajo un cielo diurno. Las pinturas inspiraron una escena de El exorcista, de William Friedkin, que se usó en los carteles promocionales en el que el personaje del padre Merrin (Max von Sydow) se para frente a la casa de la familia MacNeil.
'Tres estudios para crucifixión' en 'Alien'
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El icónico monstruo cinematográfico de Alien, diseñado por el escultor suizo H.R. Giger en estrecha colaboración con el director Ridley Scott, está inspirado en Tres estudios para una crucifixión del pintor británico de Francis Bacon. El tríptico muestra a un personaje monstruoso que pretende desgarrar la carne del hombre con su boca abierta y sus dientes filosos.
'El aquelarre' en 'La bruja'
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El audaz y detallista trabajo visual de La bruja está inspirado en la pintura costumbrista y paisajista del siglo de oro holandés, los claroscuros de Rembrandt y las representaciones de brujería de Francisco de Goya. En El aquelarre aparece el diablo en forma de macho cabrío, una escena que contribuye a la presencia enigmática y malévola de Black Phillip en la película de Robert Eggers.
'Hipnosis' en 'El faro'
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Varios planos de El faro se inspiran en la obra del pintor alemán Sascha Schneider, cuyo arte homoerótico presenta muchos elementos de mitología y fantasía. En Hipnosis, la figura masculina de la izquierda arroja, a través de sus ojos, un rayo de luz que ciega y aturde a la figura de la derecha. Una escena reconstruida por Robert Eggers con Willem Dafoe y Robert Pattinson.
'San Miguel y el demonio' en 'It Capítulo 2'
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En el imaginario caballeresco de San Miguel siempre se le coloca, ya sea de pie o a caballo, en posición erguida, mientras que los dragones o demonios aparecen debajo del santo. La fantástica representación del demonio en esta pintura de Bartolomé Bermejo es de carácter casi surrealista. Los dientes afilados del monstruo son reinterpretados por Andy Muschietti y Bill Skarsgård en una terrorífica escena de It Capítulo 2.
'Cristo en su tumba' en 'Midsommar'
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Durante el ritual nórdico del ättestupa representado por Ari Aster en Midsommar, vemos que dos ancianos, al cumplir 72 años, se arrojan al precipicio para cumplir con las cuatro estaciones de la vida. Uno de ellos sobrevive quedando malherido y agonizante. Su cuerpo fracturado y doliente tiene ecos de la representación en posición horizontal de Cristo en su sepulcro elaborada por el pintor Hans Holbein.
'El dragón rojo' en 'Misa de Medianoche'
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La criatura vampírica de Misa de Medianoche sigue el aspecto mitológico de un monstruo con cuerpo humano, alas, garras y colmillos. En lugar de asociarlo con el demonio o el vampiro, se describe como un ángel por el contexto religioso y milagroso en el que aparece. Para diseñar la espalda del monstruo, el director Mike Flanagan retoma la pintura de El dragón rojo de William Blake, quien interpreta uno de los pasajes más terroríficos del Apocalipsis.