Julián Hernández Pérez estudió en el Centro Universitario de Estudios Cinematográficos (CUEC), de donde fue expulsado por sus películas acerca de la homosexualidad durante una administración sumamente homofóbica, y no fue mencionado como un director serio hasta que comenzó a ganar reconocimiento internacional. Adquirió notoriedad con su primer largometraje Mil nubes de paz cercan el cielo, amor, jamás acabarás de ser amor (2003), por la que obtuvo diversos reconocimientos, como el Premio Teddy a Mejor Película en el 53º Festival Internacional de Cine de Berlín. Ganó la estatuilla una vez más por Rabioso sol, rabioso cielo (2008) en el 59º Berlinale. Hernández también dirigió más de 20 cortometrajes premiados (tanto documentales como de ficción), y se convirtió en un ícono del cine gay. En 2020 presenta La diosa del asfalto, una cinta basada en la historia de Las Castradoras de Santa Fe, agrupación femenina de la década de los 80 que existió paralelamente a la de Los Panchitos, una de las bandas delictivas más temibles que operaban al sur de la Ciudad de México.