Gracija Filipovic es una joven actriz croata que comenzó su carrera en el mundo del espectáculo cuando era niña, siendo parte de una serie de diferentes anuncios publicitarios en su país. La actividad se convirtió en una pasión y poco a poco empezó a adentrarse más en ella, incluyendo algunos cortometrajes y comerciales. Finalmente, debuta como protagonista en su primer largometraje bajo la dirección de Antoneta Alamat Kusijanovic en Murina (2021), una cinta dramática nominada a la Cámara de oro en el Festival de Cine de Cannes, cuya trama gira en torno a una adolescente llamada Julija que quiere reemplazar a su padre controlador con su rico amigo extranjero.