El guionista y director surcoreano Chung-Hyun Lee hizo su debut como realizador en diversas producciones comerciales, hasta que decidió filmar sus propias historias. Así, en el año 2015, estrenó su primer cortometraje, Bargain, con el que obtuvo relativa popularidad. Cinco años después presentó su primer largometraje, La llamada (2020), una cinta de suspenso basada en la película británica-puertorriqueña de 2011 The Caller, que sigue a Seo-yeon (Park Shin-hye) y Young-sook (Jeon Jong-seo), dos mujeres pertenecientes a diferentes tiempos que se conectan a través de una llamada telefónica que intercambia sus destinos. Luego de un par de proyectos más, regresa a los largometrajes con Bailarina (2023), la nueva dramática y de suspenso surcoreana de Netflix que sigue la historia de Ok-ju (Jeon Jong-seo), una antigua guardaespaldas, que busca vengar la muerte de su amiga de Min-hee (Park Yu-rim).