El joven director mexicano Diego Cohen hizo su debut en el cine en 2010 y desde entonces se mantuvo trabajando independientemente. En 2014 dirigió dos largometrajes que él mismo produjo, escribió y distribuyó: Famlia Gang y Perdidos. El año siguiente volvió a hacer lo mismo con Luna de miel (2015). En 2017 se involucró en el proyecto México Bárbaro, donde contribuyó con un cortometraje enfocado en uno de los géneros que siempre le han atraído: el terror. Después logró que la plataforma Netflix estrenara su filme, Romina (2018), que sigue la historia de una chica que comienza a vengarse uno a uno del grupo de compañeros de la escuela que abusaron de ella un campamento. Actualmente Cohen busca regresar a las pantallas grandes con La marca del demonio (2019), protagonizada por Eduardo Noriega, Lumi Cavazos, Omar Fierro y Eivaut Rischen, y que se presentó en el Festival Internacional de Cine Fantástico y de Terror Mórbido.