Rolando Hernández participa como actor en Japón (2002) la opera prima del cineasta mexicano Carlos Reygadas. La cinta cuenta la historia de un hombre que abandona la Ciudad de México para irse al campo a preparar su suicidio. Se hospeda con una vieja viuda indígena en una casa muy humilde y la convivencia con ella despierta sus deseos sexuales. Rolando no ha vuelto a tener un segundo crédito dentro de la industria cinematográfica.