Kim Ki-duk es un cineasta nacido en 1960 en Corea del Sur. Estudió Bellas Artes en París durante tres años, de 1990 a 1993. Regresó a su país para comenzar a trabajar como guionista. En aquella temporada entregó varios guionesy obtuvo el premio al mejor guin en el Educational Institute of Screenwriting con A Painter and A Criminal Condemned to Death. Kim esribió dos guiones más y, posteriormente, entregó su primer largometraje de bajo presupuesto: Crocodile en 1996. La película le valió reconocimiento nacional y pronto su popularidad aumento. Al año siguiente estrenó Yasaeng dongmul bohoguyeog (1997) con buenas críticas también, pero fue en el 2000 que se hizo internacionalmente famoso con La Isla, que se estrenó en el Festival Internacional de Cine de Toronto. Dicha producción se volvió una controversia por la crueldad animal en el filme. Kim Ki-duk no negó que animales reales salieran en el largometraje, pero también aseguró que todos los peces que habían utilizado durante el filme habían sido cocinados y comidos por todo el crew en forma de agradecimiento. Kim declaró que tendría la conciencia intranquila para siempre debido a la crueldad animal que se retrataba en el filme. El 2004 fue problablemente uno de los años más gratificantes de Kim, pues recibió premios en dos festivales de cine diferentes por dos películas diferentes: Samaritan Girl y 3-Iron, la primera fue galardonada en Berlín y la segunda en Venecia; ambos premios fueron en la categoría de Mejor Director para Kim. Si bien la carrera de Kim Ki-duk había resultado fructífera, siendo uno de los directores coreanos más reconocidos por la crítica a nivel mundial, el escándalo no tardó en llegar a su vida. Kim fue acusado en el 2017 por varias actrices de acoso y abuso sexual, una de ellas declaró anonimamente que Kim la había obligado a participar en una escena sexual a la que ella se negaba. El cineasta murió el 11 de diciembre del 2020 luego de contraer covid-19. Su última película fue Dissolve.