Mia Farrow es una actriz, activista y antigua modelo norteamericana, nacida el 9 de febrero de 1945, en Los Ángeles, California. Hija del director australiano John Farrow y la actriz irlandesa Maureen O’Sullivan, famosa por su papel en Tarzán, Mia creció con el medio cinematográfico a su alrededor y desde los 10 años empezó su recorrido por el séptimo arte. A pesar de la fama y talento de sus padres, su familia no estuvo alejada a las tragedias. Su hermano mayor, Michael, murió en un accidente de avión, en 1958; sus padres atravesaron serios problemas financieros y en su matrimonio, separándose cuando ella tenía 17 años, dividiendo su tiempo entre California y Nueva York. En dicha ciudad empezó a trabajar como modelo de ropa. Participó también un poco en teatro y logró papeles secundarios en cine y televisión, antes de que su segundo largometraje, la cinta Los rifles de Batasi (1964), la lanzara al estrellato, obteniendo el Globo de Oro a los 20 años. Tuvo un breve matrimonio con Frank Sinatra, que colocó todas las cámaras hacia su figura y aprovechó cada paso de su carrera para generar una trayectoria notable, encumbrada, principalmente, con el papel principal de la aclamada cinta El bebe de Rosemary (1968), de Roman Polanski. Convertida en una de las actrices más populares de su época, Farrow se convirtió en la musa del cineasta Woody Allen, con quien filmó 13 largometrajes, incluyendo las notables La rosa púrpura del Cairo (1985), Hannah y sus hermanas (1986), Días de radio (1987) y Maridos y esposas (1992). Su relación con Allen terminó en escándalo, luego de que Allen se casara con la hija adoptiva Soon-Yi. Farrow apareció cada vez menos en el medio y se dedicó a cuidar y educar a sus hijos, además de que desarrolló una carrera como activista, siendo nombrada como embajadora de buena voluntad de Unicef.