Muy joven, James Dean se mudó a Nueva York para perseguir su sueño de actuar y recibió críticas muy favorables por su trabajo, lo que lo llevó a incursionar en Hollywood. Sus primeras apariciones en cine fueron papeles pequeños hasta 1955, que interpretó a Cal Trask, en la producción del alabado director Elia Kazan, Al este del paraíso (1955). Es recordado como un ícono cultural de desilusión adolescente y distanciamiento social gracias a que interpretó al adolescente problemático Jim Stark en su película más famosa: Rebelde sin causa (1955). El rodaje de Gigante (1956) de George Stevens, en el que interpretó al vaquero no conforme Jett Rink, estaba llegando a su fin cuando Dean chocó con otro automóvil y falleció instantáneamente. Había recibido una multa por exceso de velocidad solo dos horas antes. Después de su muerte se convirtió en el primer actor en recibir una nominación póstuma al Premio de la Academia al Mejor Actor, y sigue siendo el único actor que ha tenido dos nominaciones póstumas. Su carrera muy breve pero lo transformó en un objeto de culto. En el 2015, Anton Corbijn, dirigió Life sobre la vida de este icono cultural y estuvo protagonizada por Robert Pattinson y Dane Deehan.