Benny Emmanuel Mendoza Yirene, conocido como Benny Emmanuel, nació el 17 de diciembre de 1996, en Veracruz, por decisión de sus padres, aunque lo trajeron a vivir a la Ciudad de México cuando tenía casi un año. Aunque ninguno de sus padres se dedica profesionalmente a la actuación, siempre fueron fanáticos del arte: su madre canta y su padre actúo en algunas obras de teatro escolares. Benny, en cambio, decidió hacer una carrera a partir de este arte.
El talentoso joven comenzó a actuar a la edad de 7 años, más por una genuina curiosidad que por algún llamado de pasión. "Veía la tele y veía a niños de mi edad y me preguntaba cómo le hacían, luego descubrí que se preparaban para aparecer en pantalla. Es gracioso porque cuando preguntan esto, los actores siempre dicen que lo supieron desde el principio, hablan de pasión, pero para mí fue genuina curiosidad", comparte Benny para Sensacine México.
Benny comenzó a prepararse con clases de actuación y canto que impartían amigos de la familia de. Fue gracias a ellos que se enteró de la existencia del CEA, la academia de actuación de Televisa, y quienes lo persuadieron a presentarse a los castings, pues creían que el joven tenía una oportunidad. Inció sus estudios en el CEA, los primeros tres años con materias como guion, taller de actuación, entre otras. Sin embargo, los maestros y tutores vieron futuro en el pequeño Benny, por lo que lo invitaron a formar parte de un grupo especial que extendía la preparación dos años más. Ahora Benny ya no es parte del CEA, pero nunca ha dejado de enrolarse en talleres que amplien su vision sobre la carrera.
LOS PRIMEROS PAPELES Y LOS PRIMEROS OBSTÁCULOS
Debutó exitosamente en la serie Vecinos (2007), a la que siguió su trabajo en las cintas Días de gracia (2011), Amar no es querer (2011) y Mexican gangster (2014). Todo pintaba bien para el joven actor (hasta la fecha sigue siendo ese el panorama), sin embargo, admite que desde un principio entendió el contexto en el que se iba a manejar y todos los obstáculos que éste conllevaba. "Desgraciadamente importa mucho cómo te percibe la gente, en cuando a arquetipos se refiere. Me la pasaba realmente bien en el CEA pero también me enseñó cómo se vive la división de clases sociales, incluso desde niños", asegura Benny. Mientras crecía se daba cuenta que lo querían encasillar en ciertos papeles o creía que no podía audicionar para otros. Hoy agradece encontrarse en una etapa en que "la gente puede ser quien quiera. A menos que el guion requiera una persona nórdica de 2 metros, pues sí no puedo ser él. De ahí en fuera, tengo mucha más libertad ahora".
Si bien Benny aún esta en sus veintes, entiende perfecto que muchas veces el ambiente del estrellato no es el más acogedor. "Hay gente que cree que por trabajar en esto tiene más o menos poder. A pesar de que el cine sea un juego jerárquico [...] hay que entender que es un trabajo", reflexiona. Aunque Benny comienza sus veintes, tiene claro que no todos en el mundo de la actuación tienen "empatía por el prójimo", pero está feliz de haberse encontrado tan joven con peronas que lo han alentado y le han bridado increíbles oportunidades. Una de esas personas fue Carlos Carrera, director de De la infancia, Ana y Bruno y El crimen del Padre Amaro. "Fui a hacer un casting para él pero no me quedé. Alguien me dijo que el call back era en el CCC y me presenté aunque no me habían llamado", ríe Benny. El director lo recordó y lo dejó hacer el casting para el papel de Francisco en De la infancia, aquel que le valió a un premio Ariel a la Revelación Actoral.
La historia es curiosa: De la infancia se planeó para su estreno en 2010, pero vio la luz casi 10 años después. Fue una de las favoritas en los Premios Ariel del 2019, llevándose a casa la estatuilla por Revelación actoral y Mejor guion adaptado. "Yo me emocioné mucho con la película, todos decían que iba a recibir mucha atención pero no logró estrenarse y yo pensé que tal vez esto no era lo mío. ¡Había hecho una película con Damián Alcazar y no había estrenado!", recuerda entre risas el actor. Para Benny, De la infancia es el ejemplo perfecto de lo difícil que puede ser encontrar un espacio de difusión en el cine mexicano.
Además de la pantalla grande, Benny puede ser visto en teatro y televisión. En pantalla chica participó en La CQ, donde interpretó a Beto, personaje que ha apareció en las cuatro temporadas de la misma. La serie rompió récords de audiencia y fue la favorita del público juvenil en 2013, ganando múltiples premios en los Kids Choice Awards de México. El actor trabajó con destacados cineastas mexicanos, uno de ellos Roberto Fiesco en Trémulo (2016), y también con directores internacionales como con Cary Fukunaga en Sin nombre.
DE SU INSPIRACIÓN, CHICUAROTES Y FUTUROS PROYECTOS
Benny es una de esas personas que convierte una entrevista en una plática casual, siempre comprometido con las respuestas que da. Cuando pregunto quién es su mayor influencia responde sin titubeos. "La jefa, mi mamá. Mi papá también es mi héroe, pero mi madre me ha enseñado resiliencia, disciplina y tenacidad. Ella representa todas estas cosas en mi vida, desde pequeño aprendí de ella", recuerda.
Su formación, educación y manera de ver la vida han marcado la pauta en la carrera del protagonista de Chicuarotes y en los proyectos que elige. Benny se inclina por trabajar con personajes que sean reales, que tengan problemas de verdad, que sean seres humanos complejos y multifacéticos. No obstante, no está peleado con el cine posicionado del otro lado del espectro de proyectos como De la infancia. "Tenemos un micrófono importante y cada quien elige cómo usarlo. Creo que en México se tiene que hacer de todo [género]. Justamente estas películas comerciales son las que permean y después generan dinero para hacer otro tipo de cine", explica.
Uno de los deseos de Benny es participar en una película que perdure en la historia del cine mexicano sin importar cuántas generaciones y nuevas propuestas pasen por encima de ella. Algo parecido podría lograr con su protagónico del 2019 en Chicuarotes, dirigida por el mexicano Gael García Bernal; la fama y el reconocimiento a nivel internacional llegaron tras su interpretación como Cagalera, un personaje con el que dice haberse identificado en varios niveles. La cinta estrenó fuera de competencia en el Festival de Cannes, uno de los más importantes a nivel mundial, y Benny tomó un momento para analizar la situación: "vimos la reacción de la gente a Chicuarotes y me di cuenta que los problemas son universales. Esto [Chicuarotes] pasa en Chimalhuacán pero resonó en Francia", expuso asombrado.
La carrera de Benny Emmanuel apenas comienza y ya se postula como un actor destacado de su generación. Admirador del fútbol y las novelas gráficas, se rige por una ley de vida: hacer lo que le gusta. "En una sociedad tan complicada, un mundo tan peleado a veces es difícil seguir tus instintos pero eso es lo que debes hacer, sin afectar jamás a los demás".