Alexander Payne es un director, productor y guionista norteamericano, nacido el 10 de febrero de 1961, en Omaha, Nebraska. El más joven de tres hijos, de un matrimonio dedicado a la industria del restaurante, Payne empezó a desarrollar su talento e interés por escribir cuando, durante su estancia en la Creighton Prep, tuvo la oportunidad de realizar una columna humorística en el periódico escolar. También mostraba interés en el cine, cuando su padre le regalo una cámara de Super 8MM a los 14 años. Posteriormente, estudió literatura e historia latinoamericana, en la Stanford University. Como parte de sus estudios en español, Alexander pasó una temporada en España, en la Universidad de Salamanca y después vivió una temporada en Medellín, Colombia, donde publicó artículos sobre los cambios sociales sucedidos en la región durante 1900 y 1930. Payne después estudió cine, en la UCLA Film School, donde obtuvo una maestría en Bellas Artes. Su trabajo tesis, el largometraje The Passion of Martin, fue celebrado y atrajo la atención de la industria de cine en Los Ángeles, lo que le conseguió un contrato con Universal Pictures. Payne empezó a darse a conocer, de manera importante, con la cinta La trampa (1999), por la que fue nominado a un premio de la Academia en la categoría de mejor guion adaptado en el 2000. Siguió cosechando éxitos con sus dos siguientes cintas, el drama Las confesiones del Sr. Schmidt (2002) y, especialmente, la comedia dramática Entre copas (2004). Payne es uno de los directores más aclamados del nuevo milenio, cuyas cintas por lo general giran alrededor de personajes de mediana edad quienes se enfrentan a una crisis fundamental en sus vidas para salir de ellas como personas nuevas. Su trayectoria incluye aclamados largometrajes como Los descendientes (2011), Nebraska (2013) y Pequeña gran vida (2017).