Aunque Hirokazu Kore-eda pensaba ser novelista, cuando terminó la universidad trabajó como asistente en la televisión japonesa, especializándose en la producción de documentales, lo que hizo que cambiara el rumbo de su vida. En 1991 dirigió su primer filme: el documental para televisión, Mou hitotsu no kyouiku (1991). Su primera película, Maborosi (1995), ganó varios premios en diferentes festivales y le dio a Koreeda renombre internacional al ganar premios en los Festivales de cine de Venecia y Chicago. Sus películas han sido altamente alabadas por su buen manejo de temas como la muerte y cómo lidiar con ella. A pesar del éxito obtenido en ficción, Hirokazu ha seguido realizando varios documentales para la televisión japonesa, el último fue estrenado en 2008. Su último proyecto Shoplifters (2018) ganó la palma de oro en el festival de cine de Cannes y en México se estrenó en el XVI Festival de cine de Morelia.