Lupita Tovar fue descubierta por el director de documentales Robert Flaherty en 1929, quién la llevó a Hollywood, donde inició su carrera cinematográfica actuando en pequeños papeles en películas mudas de Fox. Luego coprotagonizó la versión en español de La voluntad del muerto (1930). Para el mismo productor, Paul Kohner, apareció como Eva Seward, la contraparte en español de Mina de Helen Chandler en Drácula de Universal de 1931. Después de rodar dicha versión en 1931 Tovar regresó a México donde, bajo la dirección de Antonio Moreno, protagonizó la primera película sonora del cine mexicano, Santa (1932), basada en la novela de Federico Gamboa. En 1932 conoció y se casó con el representante artístico estadounidense Paul Kohner. Tovar se retiró de la industria del cine a principios de los cuarenta tras el nacimiento de sus hijos: la actriz Susan Kohner (nominada al Óscar en 1959), y el productor de televisión Pancho Kohner. La trampa, estrenada en 1945, fue la última cinta en la que participó para dedicarse completamente a su familia.