En Enemigos públicos, cinta de drama y crimen dirigida por Michael Mann (Fuego contra fuego), a principios de la década de los años 30, en los años críticos de la Gran Depresión, los ladrones de bancos son una figura que se ha ido multiplicando y ha puesto en evidencia los débiles e ineficientes procedimientos de las autoridades. De entre ellos, el criminal más notable es el carismático John Dillinger, cuya pandilla ejecuta eficientemente robos a grandes empresas, sin dañar los ahorros de los ciudadanos comunes. Popular y admirado entre la población, Dillinger es odiado por las empresas millonarias y el gobierno, lo que lo convierte en el enemigo público número 1, provocando que el propio J. Edgar Hoover intervenga en el Congreso y pida todo el apoyo financiero y operativo necesario para detenerlo, asignando al habilidoso agente del FBI Melvin Purvis, ejerciendo cualquier método, sin importar su legalidad, para capturar al ladrón.