KIMI: Alguien está escuchando llegó por fin a streaming, una historia llena de suspenso, conspiraciones y vigilancia por internet. El largometraje puede enlistarse entre lo mejor que ha presentado Steven Soderbergh (Contagio), presentando una historia lineal y sencilla (no simple) que atrapa, entretiene y visualmente es hermosa. Si ya te diste un clavado en HBO Max y terminaste este thriller, entonces es momento de hablar sobre ese intenso final.
El desenlace de la cinta nos muestra a Angela Childs (Zoë Kravitz) venciendo su agorafobia y saliendo en su primera cita con Terry. El costo de superar su enfermedad fue alto: un hombre herido y dos cadáveres. Hora antes, Childs encontró evidencia de un feminicidio en las grabaciones de una usuaria de KIMI y comenzó una carrera contra el tiempo para denunciar el crimen.
La burocracia y los secretos la alcanzaron, y fue perseguida por los mismos matones que se encargaron de la mujer que falleció. ¿La razón? La víctima era amante Bradley, el director de KIMI que, recientemente, comenzó a cotizar en la bolsa. La corporación intentó hacer todo lo posible por callar a Angela, alguien a quien consideraban una trabajadora más que, por suerte para ellos, padecía agorafobia (trastorno que consiste en evitar espacios abiertos o que activen un recuerdo de la víctima, desencadenando un ataque de pánico) y su muerte podía ser justificada fácilmente.
Antonio Rivas, el matón contratado por KIMI y a quien da vida el mexicano Jaime Camil, pone a sus dos hombres a seguir los pasos de Angela y, cuando por fin la atrapan, la drogan y la llevan a casa. Justo en la puerta, el vecino de la protagonista (un poco creep de repente), se aparece para arruinarles los planes.
A pesar de las buenas intenciones, Kevin (el vecino) y Angela son llevados al interior. Lo que Rivas y sus matones buscan es la memoria USB donde están guardados los audios de KIMI, que suponen una prueba contundente del homicidio en nombre de la empresa.
Angela aprovecha sus conocimientos sobre KIMI para manipular la luz y la música de su departamento a través del asistente electrónico; despista a los tres villanos y sube por las tuberías al piso de arriba, donde toma la pistola de clavos que los constructores estaban ocupando un día antes para remodelar el piso.
La chica atrae a los tres hombres a su trampa y dispara en distintas ocasiones, lo que termina desangrándolos. Luego de haber acabado con la amenaza, Angela marca al 911. Lo siguiente que sabemos es que el escándalo ahora es un tema de controversia nacional, con la cara de Bradley en el noticiario de la mañana.
La historia de KIMI: Alguien está escuchando se desarrolla en Seattle y trascurre durante el periodo de la pandemia por covid-19. La atmósfera de la cinta resulta familiar por obvias razones, y a todos los que tenemos una Alexa nos pasó por la mente que, en efecto, alguien siempre está escuchando.
La recomendación de Halle Berry a Zoe Kravitz previo a su debut como Gatúbela en 'The Batman'Steven Soderbergh entregó una historia sumamente entretenida, sin demasiadas complicaciones. Tampoco aspira a convertirse en una cruenta crítica de la época tecnológica en la que vivimos, sino utilizarla como telón de un thriller que tiene sus raíces en cintas como La ventana indiscreta o La habitación del pánico. ¿Esta a la altura de los anteriores títulos? Juzga por ti mismo, recuerda que puedes verla únicamente en HBO Max.
