Con el estreno de Un lugar en silencio: Parte 2 por fin se ha dado más información sobre las enormes criaturas, confirmando a grandes rasgos su origen, así como una característica desconocida incluso por muchos de los protagonistas. Por ello, vale la pena explicar varias de estas cosas, ya que justo las temibles criaturas con el sentido del oído muy agudo y capaces de detectar ruidos a la menor provocación. Eso sí, antes de comenzar a hablar sobre el tema te advertimos que hay muchos spoilers a continuación.
LOS MONSTRUOS SON EXTRATERRESTRES
La secuela escrita y dirigida por John Krasinski (The Office) abre con una escena del pasado, específicamente en el día 1 del apocalipsis, en el que justo el personaje del cineasta reaparece, Lee. Él y su familia están en un partido de béisbol y todo transcurre con normalidad, sin embargo, las noticias sobre impactos desde el cielo que algunos se atreven a denominar como bombarderos comienzan a suscitarse en algunas regiones del mundo, pero a la postre se dan cuenta que son una especie de meteoritos y no están vacíos, sino que traen dentro a las tenebrosas criaturas.
Justo lo anterior por fin confirma que estos seres provienen de otro planeta y han llegado hasta aquí por razones que se siguen desconociendo; tampoco se sabe de qué región del universo provienen ni su raza, pero sí que han aterrizado en diferentes partes del planeta. No pasa mucho tiempo para que comiencen a atacar las inmediaciones en las que se encontraban Evelyn (Emily Blunt), Regan Abbott (Millicent Simmonds) y compañía, así que las personas deben correr para salvarse o bien ser víctimas de los monstruos que de un zarpazo o dos son capaces de terminar con la vida de un humano.
'Un lugar en silencio 2': Director de 'El exorcista' la llama un clásico de terrorLOS MONSTRUOS NO PUEDEN NADAR
Ya se había descubierto en Un lugar en silencio que los monstruos no soportan sonidos muy específicos, como el que emite el aparato auditivo de Regan, no obstante, en la secuela se revela que tienen otra limitación y es que no saben nadar. Cuando Emmett (Cillian Murphy) se sumerge en un cuerpo acuático para salvar su vida, una de las criaturas le sigue el paso, pero pronto se hunde, dejando entrever su torpeza a la hora de estar en el agua, tanto así que otro ejemplar prefiere mantenerse en el bote y no seguir a su presa por temor a correr un destino letal.
Con esto en mente lo más lógico es pensar que en el planeta de los monstruos no hay mucha agua como para que se formen profundas regiones acuáticas, por lo que se deben adaptar a este elemento en la Tierra o bien mantenerse alejados de estos lugares, situación que justo se refleja en la película al presentar a un grupo de personas viviendo de forma tranquila, sin temor a ser atacados, ya que viven en una isla y por ende los series temibles son incapaces de llegar hasta ahí, al menos la gran mayoría de ellos.
Aún faltan muchas cosas por explicar sobre los monstruos de Un lugar en silencio, pero con la secuela se ha dado más información al respecto que resulta esclarecedora. Esperemos que en una tercera entrega, si es que se confirma, se exploren aún más detalles de estos seres alienígenas.