Existen películas que, aun y con el paso del tiempo, perduran de forma única, como si los años no pasaran para ellas. Son filmes tan bellamente filmados, que sus imágenes se quedan impregnadas en las retinas de los espectadores por décadas.
Fue en la 37ª edición del Festival de Cine de Cannes cuando esta cinta, dirigida por Wim Wenders, se hizo acreedora de la prestigiosa Palma de Oro, reconociéndola como la Mejor Película de 1984.
Estamos hablando nada más y nada menos que de Paris, Texas, largometraje escrito por el actor y guionista, Sam Shepard. Se trata de una producción que, a pesar de ser franco-alemana, fue filmada en inglés, en los Estados Unidos. Protagonizada por Harry Dean Stanton, Nastassja Kinski y Dean Stockwell, el título hace referencia a un solar baldío que queda en un pueblo llamado Paris, perteneciente al estado de Texas, haciendo alusión también a los recuerdos de uno de los personajes.
Paris, Texas, como un drama familiar, nos narra la historia de un hombre que deambula por el desierto de Texas sin recordar quién es. Su hermano lo busca e intenta que recuerde cómo era su vida cuatro años antes, cuando abandonó a su esposa y a su hijo. A medida que va recuperando la memoria y se relaciona con personas de su pasado, se plantea la necesidad de rehacer su vida.
Si hay algo que ha convertido a esta película en una auténtica obra de arte atemporal, es su hermosa fotografía, que captura paisajes y entornos de una forma majestuosa. Robby Müller, el director de fotografía, logra hacer una verdadera proeza con sus planos amplios, a menudo vacíos, que mezclan diferentes colores, filmados principalmente durante el crepúsculo. La estética de la película otorga a la historia un aura única, entre el sueño y la melancolía.
Paris, Texas, que en su momento también estuvo nominada a los Globos de Oro y los Premios BAFTA, puede ser disfrutada en Prime Video.