Los programas infantiles de los años 90 e inicios del 2000 moldearon a miles de niños que disfrutaron de aquellos shows que parecían ser pura diversión y no hacer daño alguno, pero muy pocos imaginaron que en realidad aquellos niños y jóvenes que protagonizaban esas series vivían toda clase de abusos y violencia una vez que las cámaras se apagaban. Nickelodeon se logró posicionar como una de las cadenas de televisión más populares en la audiencia juvenil e infantil, por lo que nadie creería que las estrellas de programas como 'The Amanda Show', 'All That', 'Zoey 101', 'Drake y Josh' o 'iCarly' trabajaban bajo un ambiente de abuso, racismo, sexismo y tratos sumamente inapropiados que los vulneraban. Es por eso que a través de una investigación delicada se presenta la realidad de esta cadena y de los adultos que eran responsables de las jóvens estrellas, pues Dan Schneider, uno de los productores con mayor poder es señalado por comportamientos turbios, sexualización y abuso hacía no sólo las niñas y niños actores, también algunas de las mujeres que eran parte de la producción. Toda clase de horrores son denunciados y sacados a la luz, pues aquel mundo de risas fue una historia de terror para muchos.